El Conejo Mago y las Zanahorias Gigantes
Cuento corto: El Conejo Mago y las Zanahorias Gigantes
¡Disfrútalo! ¡Aquí tienes el audio cuento!
Había una vez un conejo llamado Rino que soñaba con ser mago. Le encantaba ver los espectáculos de magia en la televisión y practicar con su sombrero y su varita. Un día, decidió hacer un gran truco con las zanahorias de su huerto. Quería hacerlas desaparecer y luego volverlas a aparecer.
Rino se puso su capa y su sombrero y se dirigió al huerto. Allí estaban sus amigas, la ardilla Lila y la liebre Lora, que le ayudaban a cuidar las zanahorias.
– Hola, Rino – le saludaron – ¿Qué vas a hacer con ese sombrero y esa varita?
– Voy a hacer un truco de magia – les dijo Rino con orgullo – Voy a hacer desaparecer todas las zanahorias y luego las haré volver.
– ¿Estás seguro de que eso es una buena idea? – preguntó Lila con preocupación – Las zanahorias son nuestro alimento y no queremos perderlas.
– No os preocupéis – les aseguró Rino – Sé lo que hago. He practicado mucho y no puede fallar.
Rino se colocó frente a las zanahorias y levantó su varita. Dijo unas palabras mágicas que había inventado:
– ¡Abracadabra, pata de cabra, zanahorias desapareced!
Y entonces, algo increíble ocurrió. Las zanahorias no desaparecieron, sino que empezaron a crecer y crecer sin parar. Se hicieron tan grandes que ocuparon todo el huerto y aplastaron a Rino y a sus amigas.
– ¡Ayuda! – gritaron los tres – ¡Estamos atrapados!
Los vecinos del bosque oyeron los gritos y acudieron a ver qué pasaba. Cuando vieron el huerto lleno de zanahorias gigantes, se quedaron boquiabiertos.
– ¿Qué ha pasado aquí? – preguntó el oso Bruno.
– Ha sido Rino – explicó la ardilla Lila desde debajo de una zanahoria – Quería hacer un truco de magia y ha hecho crecer las zanahorias.
– Pues vaya truco – dijo el zorro Feroz – Más bien parece un desastre.
– Por favor, ayudadnos a salir de aquí – pidió la liebre Lora.
Los vecinos se pusieron manos a la obra y empezaron a sacar las zanahorias gigantes del huerto. Con mucho esfuerzo, lograron liberar a Rino y a sus amigas.
– Gracias por salvarnos – les dijo Rino avergonzado – Lo siento mucho por lo que he hecho. No quería causar tantos problemas.
– No te preocupes, Rino – le dijo el oso Bruno – Todos cometemos errores. Lo importante es aprender de ellos.
– Sí, tienes razón – admitió Rino – He aprendido que la magia no es tan fácil como parece y que hay que tener cuidado con lo que se desea.
– Y también has aprendido que las zanahorias son mejores cuando son pequeñas y sabrosas – añadió el zorro Feroz.
Todos se rieron y se pusieron a repartir las zanahorias gigantes entre los vecinos. Así, nadie se quedó sin comer y todos disfrutaron de un banquete.
Rino decidió guardar su sombrero y su varita en un cajón y no volver a usarlos. Se dio cuenta de que no necesitaba ser mago para ser feliz. Lo que realmente le hacía feliz era tener buenos amigos y compartir con ellos las cosas buenas de la vida.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN
Reflexión del cuento: El cuento nos enseña que es importante tener cuidado con lo que deseamos, ya que puede tener consecuencias inesperadas.
También nos muestra la importancia de aprender de nuestros errores y de aceptar la ayuda de los demás cuando la necesitamos.
Por último, nos recuerda que la verdadera felicidad se encuentra en tener amigos y en compartir las cosas buenas de la vida.
Preguntas frecuentes del cuento «El Conejo Mago y las Zanahorias Gigantes»
¿Qué quería hacer Rino con las zanahorias?
Rino quería hacer un truco de magia con las zanahorias de su huerto, quería hacerlas desaparecer y luego volverlas a aparecer.
¿Por qué Lila y Lora se preocuparon cuando Rino les habló de su truco de magia?
Lila y Lora se preocuparon porque las zanahorias eran su alimento y no querían perderlas.
¿Qué ocurrió cuando Rino pronunció las palabras mágicas?
En lugar de desaparecer, las zanahorias empezaron a crecer y crecer sin parar, haciéndose tan grandes que aplastaron a Rino y a sus amigas.
¿Cómo reaccionaron los vecinos del bosque al ver el huerto lleno de zanahorias gigantes?
Los vecinos del bosque se quedaron boquiabiertos y se preguntaron qué había pasado.
¿Qué aprendió Rino al final del cuento?
Rino aprendió que la magia no es tan fácil como parece, que hay que tener cuidado con lo que se desea y que la verdadera felicidad se encuentra en tener buenos amigos y compartir las cosas buenas de la vida.
Que tanto saben del cuento El Conejo Mago y las Zanahorias Gigantes
Es hora de poner a prueba los conocimientos de tus niñas y niños sobre el cuento El Conejo Mago y las Zanahorias Gigantes. Elaboramos un cuestionario de preguntas para tus peques.
- ¿Cómo se llama el cuento?
- ¿Qué personajes aparecieron en el cuento?
- ¿Quién fue el presonaje principal del cuento?
- ¿Cuál fue tu parte favorita del cuento?
- ¿En que lugar ocurrio la historia?
- ¿Inventa otro final para el cuento?
Cuentos cortos y de Princesas que también te puede interesar!
Cuentos soñadores, de aventura, dragones, príncipes, princesas y muchos más!

El deseo de la Princesa Celeste
¡Disfrútalo! ¡Aquí tienes el audio cuento! Había una vez una princesa llamada Celeste que vivía en un reino muy lejano. Era una princesa muy hermosa y bondadosa, y todos...
Leer más
Las Hadas de la Naturaleza
Hace tres siglos y medio vivía un hombre que trabajaba en una granja escocesa. El hombre se llamaba Orraman, lo que significaba alguien que hacía todo tipo de trabajos...
Leer más
Las 12 Princesas Bailarinas
Las 12 Princesas Bailarinas: Érase una vez que existía un rey con 12 hijas, princesas que vivían juntas en una grande y hermosa habitación.
Leer más
El Clavel y la Rosa
En un jardín un aroma llama la atención, se extiende por todo el jardín. Justo en el medio, la más hermosa de todas las rosas vive para soñar. Un...
Leer más
La niña desobediente
Hubo una vez una niña que nunca obedecía a su madre, y a causa de ello, le pasaron muchas cosas. Hasta que una vez enfermo de gravedad y como...
Leer más
El niño que quería ver a su ángel
Todo niño tiene un ángel que se llama igual que él y que lo cuida mañana, tarde y noche. Son los ángeles de la guarda que no comen, ni...
Leer más