El Monito Feliz
Cuento corto: El Monito Feliz
Había una vez un monito enojado y triste porque él se sentía así:
Nadie me quiere porque soy violento y agresivo, pero a mí no me gusta ser peleón yo no quiero se malo…
Cuando los otros monitos lo llamaban a jugar él se ponía muy contento… Pero luego, se enojaba, peleaba con los otros, les hacia daño… Ninguno entendía por qué se enojaba.
Triste, el monito pensaba:
«Yo no quiero ser malo, quiero tener muchos amigos que les guste jugar conmigo»…»¡ si eso quiero!»
El monito quería ser amistoso y valiente, pero tenía mucho miedo. Tenía miedo de la oscuridad, de estar solo y tenía miedo de que los otros se dieran cuenta que él tenia miedo. Deseaba tanto cambiar que inventó esta canción:
Quiero tener muchos amigos
que vengan a jugar conmigo,
no quiero estar solito.
Quiero ser amistoso y valiente,
quiero ser un gorila,
no quiero ser más un monito.
Un día una lora lo escuchó cantar y le preguntó: «¿por qué quieres ser un gorila?»
«Porque si soy fuerte y grande como los gorilas ya no voy a tener miedo de nada, con sólo gruñir todos huirán de mí…» respondió el monito.
«Pero los gorilas también tienen temor!» dijo la lora.
«¿Gorilas con susto? No lo creo!» dijo el monito sorprendido.
«Es verdad. El miedo se esconde dentro de una persona, no importa cual sea su tamaño. Se instala adentro y asusta todo el tiempo. Es como una enfermedad y tenemos que luchar contra él.» Respondió la lora.
«¿Y cómo se lucha contra el miedo?»
«Es difícil, pero es posible hacerlo. Hay que pensar en aquello que nos asusta y darnos cuenta que debemos vencerlo. Lentamente el temor va saliendo de nosotros.» Explicó la lora.
«¿Cómo sabes eso?» preguntó el monito.
«Así curé mi temor! Invente una canción que te voy a enseñar.» Dice así:
Puedes ser un grandulón y
tener miedo en el corazón,
y ser un valiente porque la valentía
y la confianza viven en el corazón.
Después de despedirse de la lora el monito se puso a pensar en lo que ella le había dicho. En cierto momento vio una mamá mona que jugaba con su hijito y los dos reían felices.
Cómo sería de bueno tener una mamá que nos abrazara con cariño, que jugara con nosotros. Si tuviera una mamá nunca volvería a tener miedo, a enojarme, nunca más me pondría triste…
«¿Y si pidiese a esa mamá de allá que fuera mi mamita también?» Pensó en voz alta el monito.
«Escuché lo que dijiste y quiero contarte esto» dijo la lora. «Es verdad que todas y todos, las y los pequeñitos tienen derecho a una madre, pero una mamá no es una fruta que cogemos de un árbol y podemos quedarnos con ella.
«¿Entonces cómo podemos conseguir una mamá cuando no la tenemos?» preguntó el monito a la lora.
Y ella respondió: «Primero, tenemos que conquistar el corazón de los que nos rodean. Tener amigos, ayudar a los que necesitan ayuda, jugar, reír, compartir la alegría con los otros. Y también trabajar para mostrar a las otras y a los otros que somos valiosos y que podemos dar muchas cosas. Sólo así vamos a conquistar el corazón de las personas y vivir en paz.»
«¿Y así voy a conseguir una madre?» preguntó el monito.
«No vas a ganar una madre, sino muchas madres, muchas hermanas y muchos hermanos, muchas amigas y muchos amigos. Voy a enseñarte una canción que me gusta cantar:»
Todos tenemos que ser amigos,
ayudar a las y los que necesitan,
reír, jugar, perdonar y compartir
lo que tenemos.
El monito se hizo muy amigo del búho que le enseñó muchas cosas.
El monito ya no era un monito furioso porque tenía un amigo que le enseñaba todas las cosas que no entendía. Un día el monito dijo:
«Ahora entiendo muchas cosas, puedo vivir alegre y sin miedo y ya tengo muchos amigos porque ya sé jugar sin enojarme. Pero siempre se necesita aprender más, como dice la canción:»
Tenemos que aprender
y descubrir todo lo que no conocemos
porque el miedo se esconde
en lo que no entendemos.
Como al monito le gustaba ayudar a otros, todas y todos en la región empezaron a llamarlo AMIGUITO.
Y un día el monito se dio cuenta que todas las mamás monitas lo trataban como a un hijo, que las monitas y los monitos lo trataban como a un hermano y que todas y todos los otros animales lo trataban como amigo.
Y se dió cuenta que había ganado una familia grande, tan grande como la región donde vivían, él sentía a todas y todos en su corazón…
Entonces inventó una nueva canción.
Soy fuerte y valiente porque
toda la gente está en mi corazón.
Me gusta ayudar, jugar, aprender, cantar, bailar.
Yo soy constructor de paz
porque en mi corazón cabe toda la gente.
FIN
Que tanto saben del cuento El Monito Feliz
Es hora de poner a prueba los conocimientos de tus niñas y niños sobre el cuento El Monito Feliz. Elaboramos un cuestionario de preguntas para tus peques.
- ¿Cómo se llama el cuento?
- ¿Qué personajes aparecieron en el cuento?
- ¿Quién fue el presonaje principal del cuento?
- ¿Cuál fue tu parte favorita del cuento?
- ¿En que lugar ocurrio la historia?
- ¿Inventa otro final para el cuento?
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