Los Ratones poniendo el cascabel al Gato
Fábulas de Esopo
Un hábil gato hacía tal matanza de ratones, que apenas veía uno, era cena servida. Los pocos que quedaban, sin valor para salir de su agujero, se conformaban con su hambre. Para ellos, ese no era un gato, era un diablo carnicero. Una noche en que el gato partió a los tejados en busca de su amor, los ratones hicieron una junta sobre su problema más urgente.
Desde el principio, el ratón más anciano, sabio y prudente, sostuvo que de alguna manera, tarde o temprano, había que idear un medio de modo que siempre avisara la presencia del gato y pudieran ellos esconderse a tiempo.
Efectivamente, ese era el remedio y no había otro. Todos fueron de la misma opinión, y nada les pareció más indicado.
Uno de los asistentes propuso ponerle un cascabel al cuello del gato, lo que les entusiasmó muchísimo y decían sería una excelente solución. Sólo se presentó una dificultad: quién le ponía el cascabel al gato.
— ¡Yo no, no soy tonto, no voy!
— ¡Ah, yo no sé cómo hacerlo!
En fin, terminó la reunión sin adoptar ningún acuerdo.
FIN
Nunca busques soluciones imposibles de realizar.
Que tanto saben de la fábula Los Ratones poniendo el cascabel al Gato
Es hora de poner a prueba los conocimientos de tus niñas y niños sobre la fábula Los Ratones poniendo el cascabel al Gato. Elaboramos un cuestionario de preguntas para tus peques.
- ¿Cómo se llama la fábula?
- ¿Qué personajes aparecieron en la fábula?
- ¿Quién fue el presonaje principal de la fábula?
- ¿Cuál fue tu parte favorita de la fábula?
- ¿En que lugar ocurrio la fábula?
- ¿Inventa otro final para la fábula?
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