Cuentos de Princesas

La Pequeña Cerillera

La Pequeña CerilleraCuento corto: La Pequeña Cerillera

Era una noche fría y nevada de Año Nuevo. La gente pasaba con sus cálidos abrigos, guantes y bufandas, todos en apuro por llegar a algún sitio.

Algunos ya iban tarde y se apresuraban por llegar a casa y otros iban a algún lugar de eventos para celebrar el Año Nuevo. Los niños corrían por las calles lanzándose bolas de nieve entre sí.

Por supuesto, eran los que más disfrutaban de la nieve. Ellos jugaban unos con otros riéndose histéricamente en las calles.

Pero en la calle había una niña muy distinta, aquellos que estaban jugando.

Esta pequeña niña estaba de pie en medio de la calle, viendo a los otros niños jugar. Ella no tenía un gorro para protegerse del frío como los demás. Su ropa era ligera y rasgada, y las zapatillas en sus pies no le quedaban bien.

Eran grandes, sostenía una caja en sus manos, estremeciéndose de frío, la niña apenas se dio cuenta de que un auto venía directamente a ella. Hey niña, quédate sobre la acera. Te van a atropellar.

La niña corrió hacia la acera en ese instante, pero mientras corría las grandes zapatillas en sus pies se le cayeron.

Al llegar a la acera se dio vuelta y miró, pero vio a un chico corriendo con sus zapatillas. Mis zapatillas ella gritó y corrió tras él, pero el chico escapó rápidamente. ¡Oye detente!

Sin otra opción más que caminar descalza, buscó refugio junto a una pared.

Abrió la caja que llevaba con ella y la puso en el suelo. Buscaba en la caja llena de fósforos, con ojos llorosos por el frío. Esta era la pequeña niña de los fósforos, pero ni siquiera pudo vender una sola caja de fósforos ese día, si lograba hacer una venta y ganar algo de dinero, podría irse a casa y por lo menos tener un plato de sopa caliente con su madre. Así que empezó a gritar con su delgada y temblorosa voz con frío y tristeza.

¡Fósforos! ¡Fósforos! Alguien quiere fósforos. Nadie en la calle le prestó atención, así que se sentó junto a la pared. Sus dedos comenzaron a dolerle de frío. Ya no podía soportar el dolor. Tenía que calentarse de alguna forma. Abrió una caja y sacó un fósforo.

Sus dedos estaban pálidos y apenas podía sostener un fósforo con sus manos temblorosas, encendió el fósforo en la pared y de pronto una cálida luz anaranjada la rodeó.

La pobre niña se pasó el fósforo de una mano a otra para calentar sus dedos, sus manos ya no estaban frías. Se encontró frente a una estufa encendida. Ella miró el fuego y comenzó a soñar. Estaba sentada frente a una enorme estufa en una hermosa habitación. Vestía un suéter de lana, botas peludas en sus pies y un gorro en su cabeza. Hacía tanto calor que pensó a sudar, pero de pronto se apagó el fósforo.

Cuando se apagó el fósforo, sus sueños dulces también se desvanecieron. Sus pequeños dedos comenzaron a congelarse y a sentir dolor nuevamente. Entonces ella encendió otro fósforo. En ese momento, un viento frío sopló. La niña volteó hacia la pared para mantener el fósforo encendido y cubrió el fuego con sus manos.

Mientras lo miraba, la pared, de repente, desapareció y se abrió. Había una gran habitación dentro. Había todo tipo de comida a lo largo de una mesa con un mantel blanco y los candelabros de plata sobre la mesa iluminaban la habitación como la luz del día.

Miro la mesa y veo que a la mitad de la mesa había un pedazo de carne asada a la parrilla.

Inmediatamente, tomó un trozo y lo metió en su boca. De pronto ya no tuvo más hambre. La pequeña niña quiso tomar otro trozo de carne. Extendió su mano, pero el fósforo que sostenía se apagó de pronto. La pobre niña se quemó la mano y tiró el fósforo.

Tan pronto como ella arrojó el fósforo, el festín sobre la mesa y la habitación desaparecieron y la pared reapareció. La pequeña niña encendió otro fósforo, ahora estaba en un sueño aún más grande.

Estaba sentado bajo un árbol en una noche de verano, mirando las estrellas en el cielo. Aún hacía calor, a pesar de ser de noche. La niña no podía dejar de ver las estrellas. Nunca había visto el cielo y las estrellas tan claras y brillantes como ahora, y de pronto vio una estrella fugaz. Ella pensó Ahí va otro de nosotros volando hacia la eternidad. Estas eran, en realidad, las palabras de su abuela.

En ese momento vio a su abuela aparecer.

Cada vez que veas una estrella fugaz, debe saber que alguien tomará su lugar querida, su abuela estuvo frente a ella por un breve momento y luego, cuando desapareció, la pequeña niña de los fósforos, la llamó.

Abuela detente, no te vayas, no te vayas por favor, realmente te extraño.

Para poder ver a su abuela, una vez más, ella encendió otro fósforo. Se olvidó de que se estaba congelando de frío en medio de la calle y comenzó a soñar una vez más. Cada vez que encendía un fósforo sentía como si estuviera viendo a su abuela y escuchar su voz. La niña encendió otro fósforo. Su entorno se iluminaba como la luz del día. Nunca antes vio a su abuela tan hermosa. Su amorosa cara le hizo olvidar el frío y todos los días amargos que había pasado. Ella no quería que este momento terminara, así que de prisa encendió el último fósforo. Su abuela apareció frente a ella una vez más. Ella extendió los brazos para sostener la mano de la pequeña niña de los fósforos, comenzaron a volar juntas hacia el cielo. La niña sintió un repentino alivio. No hubo más frío ni hambre en ese momento. Otra estrella fugaz voló brillando.

Por la mañana, la gente que pasaba por la calle vio a la pequeña niña de los fósforos sentada junto a la pared, con los ojos cerrados, pero con una dulce sonrisa en su cara. Ella tenía muchos fósforos quemados alrededor de ella, esos fósforos que con sus llamas le dieron vida a sus sueños, aquellos que nadie nunca más podría soñar.

FIN

Fuente: Adisebaba

Que tanto saben del cuento La Pequeña Cerillera

Es hora de poner a prueba los conocimientos de tus niñas y niños sobre el cuento La Pequeña Cerillera. Elaboramos un cuestionario de preguntas para tus peques.

  • ¿Cómo se llama el cuento?
  • ¿Qué personajes aparecieron en el cuento?
  • ¿Quién fue el presonaje principal del cuento?
  • ¿Cuál fue tu parte favorita del cuento?
  • ¿En que lugar ocurrio la historia?
  • ¿Inventa otro final para el cuento?

Cuentos cortos y de Princesas que también te puede interesar!

Cuentos soñadores, de aventura, dragones, príncipes, princesas y muchos más!

Piel de Asno

Piel de Asno

Érase una vez un rey que profesaba tal cariño por su esposa, como nunca otra persona pudo querer a un semejante. La felicidad de los monarcas se completaba con...

Leer más
Un cuento enigmático

Un cuento enigmático

Hubo alguna vez 3 hermosas flores en un jardín muy grande. Dicen que eran tres mujeres que habían sido transformadas en flores, pero solo a una de ellas le...

Leer más
La rama de avellana

La rama de avellana

Un tarde cálida de primavera, el niño Jesús dormía plácidamente. Su Madre María al verlo se alegro de ver que se había dormido solo, para compensarlo se fue al...

Leer más
El abuelo y su nieto

El abuelo y su nieto

Hubo una vez un hombre que estaba muy viejo y sin fuerzas. Este señor, tenía muchas dificultades para comer, beber, entre otras cosas. Pero un día a la hora...

Leer más
Felipe y Gabriela: Una aventura con ¡Jirafina y Jirafito!

Felipe y Gabriela: Una aventura con ¡Jirafina y Jirafito!

¡Disfrútalo! ¡Aquí tienes el audio cuento! Había una vez dos hermanitos llamados Felipe y Gabriela, a quienes les encantaba jugar y explorar el mundo que los rodeaba. Un día,...

Leer más
Alicia en el País de las Maravillas

Alicia en el País de las Maravillas

¡Disfrútalo! ¡Aquí tienes el audio cuento! En un día soleado, Alicia y su hermana salieron a dar un paseo por los campos. Su hermana leía un libro, mientras que...

Leer más
Menu